Redescubrir el espacio público
El diseño urbano influye en cómo nos movemos y nos relacionamos. Una ciudad pensada para caminar promueve salud, seguridad y cohesión social.
Principios de una ciudad caminable
- Calles seguras y bien iluminadas.
- Espacios verdes accesibles.
- Zonas mixtas con vivienda, comercio y servicios cercanos.
- Prioridad para peatones y ciclistas sobre autos.
Beneficios psicológicos y sociales
Los entornos caminables reducen el aislamiento, estimulan la actividad física y mejoran el sentido de comunidad. Además, generan mayor vitalidad económica en barrios y centros urbanos.
Conclusión
Diseñar ciudades para las personas es invertir en bienestar colectivo. Una urbe caminable no solo mejora la movilidad, sino también la calidad de vida de quienes la habitan.